GAZA.- Al menos 339 palestinos murieron, la mayoría civiles, y unos 2.500 resultaron heridos desde que comenzó la operación militar israelí en la Franja de Gaza, donde desde la noche del jueves Israel redobló su ofensiva con una operación terrestre e intensivos bombardeos desde el aire y el mar.
El número de víctimas se multiplicó dramáticamente en las últimas 48 horas, con el ingreso de las tropas israelíes al territorio de Gaza, arrojando una cifra de 110 palestinos muertos, informó la agencia palestina de noticias Maan.
Hoy 47 palestinos perdieron la vida por los intensos ataques aéreos israelíes y los bombardeos desde tierra y mar sumándose a los más de 60 que murieron ayer, mientras que el número de heridos desde el comienzo de las hostilidades llegó a 2.500, según las autoridades médicas de Gaza.
Anoche la violencia fue particularmente intensa en los barrios de Beit Lahia y Beit Janun, donde un obús de la fuerzas israelíes mató a una familia de ocho miembros, entre ellos dos niños y dos menores de edad.
Tres miembros de otra familia murieron en un bombardeo nocturno en el sur de la Franja, otra de las zonas más castigadas por tierra, mar y aire.
En la localidad meridional de Jan Yunis, cuatro personas perdieron la vida y cinco resultaron heridas anoche, mientras que una decena murió en los bombardeos sobre la localidad de Rafah, lindante a la frontera con Egipto.
Los niños, que suponen casi la mitad de la población de la Franja, son la principal víctima de este conflicto, en el que ya murieron cerca de 80 menores de edad.
En tanto, dos militares israelíes murieron hoy en un choque armado con milicianos palestinos que trataban de ingresar en Israel desde la franja de Gaza, confirmaron fuentes militares citadas por EFE.
Se trata de los dos primeros militares israelíes que mueren por fuego enemigo desde que comenzó la fase terrestre de la operación Filo Protector, el pasado 8 de julio.
El jueves, pocas horas después de comenzar la ofensiva, murió otro soldado pero por fuego amigo, al ser confundido por la tripulación de un carro de combate.
Otros dos israelíes, en este caso civiles, murieron víctima de los cohetes disparados por las milicias.
El objetivo de la operación terrestre lanzada el jueves es destruir la red de túneles cavados en secreto por Hamas después del último gran enfrentamiento en 2012, aseguró Israel.
El teniente general Peter Lerner, vocero del ejército, informó que en las últimas 24 horas los militares incautaron 13 túneles en Israel, uno de ello a 30 metros de profundidad, y 95 lanzadores de cohetes fueron encontrados y destruidos en la incursión en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó a los militares estar preparados para "una ampliación significativa de la actividad terreno", algo que considera necesario para destruir los túneles, aunque admitió que "no hay un 100% de garantía de éxito".
Mientras, el número de desplazados internos palestinos en Gaza superó hoy los 50.000, cifra máxima establecida por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados palestinos (UNRWA) en su plan de contingencia.
"La cifra de desplazados se duplicó en las últimas 36 horas y supera los 50.000. Es el mismo nivel que durante el conflicto en 2008-2009 y sigue en aumento", señaló en un comunicado Chris Gunness, vocero del organismo.
En el conflicto de 2008-2009, "Plomo fundido" -la operación militar israelí de mayor envergadura desde 1967 en el territorio de Cisjordania y Gaza- murieron unos 1.500 palestinos y 13 israelíes.
Esta semana, Hamas ofreció una tregua de 10 años a Israel con la condición de poner fin al bloqueo económico sobre la Franja que ya lleva siete años y que ha causado una gran destrucción económica y humanitaria. Sin embargo, Israel rechazó la oferta, recordó la agencia Maan.
Por su parte, Estados Unidos instó a Israel a limitar la muerte de civiles al tiempo que apoyó su derecho defenderse.
El presidente Barack Obama dijo que está "profundamente preocupado por los riesgos de una mayor escalada y la pérdida de vidas inocentes", pero agregó que está esperanzado con que Israel minimizará las bajas civiles